#2 Describir para entender

Es posible que si sos humanx, no siempre tengas en claro lo que estás sintiendo y que si encima queres expresarlo creativamente, no sepas por donde arrancar.

Si es tu caso, bienvenidx a esta entrega que no necesariamente te aportará claridad sobre tus sentimientos, pero que tal vez te acerque la punta del hilo para empezar a tirar.

Conectar con lo que sentimos, aparte de ser extremadamente valioso para nuestra salud física, mental y emocional, también puede ser una maravillosa fuente de inspiración para crear. Que no sólo tiene como resultado una obra, sino que también nos aporta comprensión, alivio y mayor claridad sobre lo que estamos atravesando.

Esto no aplica sólo a la ilustración, cualquier disciplina artística a la que dediquemos nuestro tiempo será un gran canal de expresión para todo lo que se acumula dentro de los límites de nuestros cuerpos (físico – mental – emocional – etc)

El tema es que por más que tengamos herramientas, no siempre entendemos qué es lo que estamos sintiendo, ni qué es lo que queremos expresar, e incluso en ocasiones hasta se nos vuelva muy difícil simplemente sentir, porque a veces lo que se encuentra detrás de toda “la maleza” y confusión, es tierno, vulnerable y está herido. Y no conectar con ello, hasta el momento nos sirvió como método de supervivencia.

Es por eso que en esta ocasión voy a recomendarte algunas de las cosas que me sirvieron a mi y que propongo en mi taller:

Primero establecer un espacio propicio para conectar con lo que hay dentro nuestro, y eso paradójicamente, implica desconectar por un rato de todo lo demás: Teléfonos, computadoras, tablets, etc. Tomate un tiempo para estar con vos.

Luego empezá a escribir sin filtros como te sentis intentando ser descriptivx.

Por ejemplo, no es lo mismo decir me siento “ansiosa”, que decir “No puedo dejar de moverme y de agarrar el teléfono sin parar, quiero hablar con gente y comer hasta llenarme pero nada me llena ni completa, porque siento como si en mi estomago tuviera un hueco, etc”. No tenes que escribir bien ni gastar energía en la gramática ni en la narrativa, solo escribir.

Describir funciona como tirar de un hilo que va trayendo una cosa, que trae otra y de a poquito nos va contando – y sorprendiendo –  una historia que ni nosotrxs mismxs sabíamos que había dentro. Describir es salir de la abstracción. 

Por eso si lo que pones no es descriptivo, hace el esfuerzo de contar cómo se siente en tu cuerpo eso que escribiste.

Y no importa si es una buena metáfora, no hay correcto o incorrecto. Esto es sólo para que vos puedas entenderte y desde ahi crear algo.

¿Cómo se siente en tu cuerpo esa sensación de estar triste o contentx o ansiosx, etc?

¿Se siente como estar solx en una hamaca un día frío? ¿Se siente como si estuviera alguien sentado en el pecho?

 Seguí tirando del hilo que vas a ver cómo lo abstracto se vuelve imagen y esa imagen se vuelve una obra que puede ayudarte a entenderte y a sanarte.

No te frustres si al principio no podes llegar al nivel de profundidad que te gustaría, ablandar “la cáscara” es algo que lleva tiempo y paciencia. Pero llega 🙂

Los contenidos del newsletter están extraídos de mi taller de ilustración “El borde de lo sensible”.

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